Mi Hoy
- Andrea Gallegos
- 16 jul 2017
- 2 Min. de lectura
“Y hoy hace un buen día para hablar de los que están aquí
trazando a diario el bienestar de todo aquél que vendrá como precederá la aurora el sol de diario
como sabemos que mañana será igual
porque así se ha venido haciendo con los años que trascurren y se van”
Fernando Delgadillo.

¡Que tal queridos путешественники! (Viajeros en Ruso según Google Translator) me siento muy feliz de formar parte de este proyecto en el cual estaré contenta de compartir con ustedes un poco de mi corazón, mis creencias y mis ideas. Debo admitir que soy una apasionada por muchos temas y que cuando tengo firme convicción en algo, no quito el dedo del renglón. ¡Estoy muy emocionada! Debo decir que no soy escritora, pero confío en que tengo potencial (menos mal) así que, ¡Aquí vamos!
En este primer artículo voy a permitir a mis emociones que se liberen, que mis sentimientos fluyan y me daré la libertad de escribir desde el hecho de escribir; nada premeditado, nada investigado, todo desde mi mente y mi corazón. ¿Por qué? o bueno mas bién ¿Por qué no?
Pienso que muchas veces estamos tan inmersos en todos los procesos metodológicos y creemos y confiamos en que todo debe tener una explicación (y lógica, por supuesto) En todos lados debemos dar un argumento, ¿Qué piensas de eso? ¿Por qué piensas aquello? para todo nos piden una explicación (y claro, yo también soy amante de los debates, el compartir ideas para la comprensión, enamorada de la ciencia, etc. Pero hoy no) y muchas veces no queremos, pues ¿Cómo podríamos explicar esa emoción que nos da el descubrir el mundo? aventurarnos, explorar, esa sensación de sentirnos vivos, de las burbujas en el pecho y en el corazón que nos llegan hasta el alma y que a veces nos llenan los ojos de lágrimas… ¿Cómo podemos explicar esa desdicha que nos embarga desde las profundidades de la mente? o la desolación al no sabernos, de no encontrarnos…
Así que no, hoy no voy a fundamentar, hoy no voy a investigar, si no más bien ahondaré en lo profundo de mi alma, y buscaré aquel lugar en donde la dicha habita, donde el amor de esta vida se manifiesta y la unidad de las almas se asienta. ¿Por qué? y ¿Por qué no? ¿Qué sentido tiene ya esta vida si no me busco? ¿Qué sentido tiene si no amo? ¿Qué sentido tiene estar sentada en el alféizar con mi computadora derritiéndose bajo las yemas de mis dedos si no estoy sintiendo en cada momento? El aire que me da vida en forma de viento que azota las copas de los árboles, si no me llena el alma de dicha ver a un pajaro beber un poco de agua y observa como al volar bate rápidamente sus alas…
Hoy voy a vivir al máximo, sin explicaciones. Voy a soltar un grito, a quebrar mis miedos, a sanar la ausencia, voy a darlo todo (aunque me piquen los zancudos) y a ustedes, mis querides lectores, les invito a que hagan lo mismo, que sueñen tan grande como puedan y que sus pequeños -pero firmes- pasos los lleven a esa meta y sobre todo, les invito a que amen, que amen así como respiran, suave profundo y amable.
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