Minimalismo como estilo de vida
- Andrea Ramos
- 20 ago 2017
- 3 Min. de lectura

El minimalismo es conocido como una corriente artística de la década de los sesenta, caracterizada por contrarrestar la saturación de los elementos para mostrar únicamente la esencia de los objetos. Sin embargo, el concepto ha sido adoptado como forma de vida por algunas personas debido a sus preceptos y filosofía, las cuales provienen de una disciplina budista.
Dicha disciplina es un método para obtener una comprensión literal de la realidad, mediante el concepto de vacío en la vida material de las personas.
Esta ideología alude al despojo de cualquier pertenencia, y se afirma que “carecer de bienes es poseer el mundo”, y esa búsqueda de pobreza voluntaria proviene de los preceptos de Buda. Se dice que estas acciones son fundamentalmente un “acto de purificación del pensamiento, de sentimientos y de la imaginación”, en donde se intenta proyectar una visión tranquila y calmada de nuestro entorno. Según la filosofía budista, cuando se logra este principio con éxito, el ser humano regresa al origen de la vida, en donde se llena y enriquece de quietud y vitalidad.
La doctrina busca recalcar algunos fundamentos como la simplicidad y sencillez, la posibilidad de encontrar el todo, paradójicamente, al perderlo, el entusiasmo por la riqueza del vacío y la inexistencia de las cosas.
Estos conceptos de espacio y el vacío serán los pilares para el estilo de vida minimalista.
En nuestro día a día, nos comportamos de manera habitual y automática, estamos tan acostumbrados a una rutina monótona y aburrida, que nos olvidamos de lo que realmente nos hace felices. Esto se debe en gran parte al consumismo, que nos mantiene siempre al tanto de lo que pasa alrededor, y pretende que busquemos la idea que se nos impuso de perfección y felicidad la cual es imposible de alcanzar, por lo tanto, estamos siempre insatisfechos. Diariamente, intentamos llenar ese vacío con cosas que nos ofrecen y nos hacen comprar a base de engaños y mentiras, pero en realidad no las necesitamos y nos llevan a adoptar conductas llenas de vicio y adicciones. La verdad es que nosotros no queremos objetos, queremos lo que estos prometen brindarnos como experiencias que creemos que nos harán felices, pero cada semana saldrá una versión nueva o un modelo mejorado que nos hará sentir insatisfechos.
Everyone is looking for more meaning in their lives
Esta ilusión es impulsada por la tecnología y las redes sociales, que nos muestran cómo deberían ser nuestras vidas y cómo deberíamos vivirlas. Toda la publicidad ha contaminado nuestra cultura, estando presente en todos lados en todo momento, y cada año que pasa, la presión social y el ruido por consumir productos se hace más grande y comenzamos a necesitar un descanso de los demás y de nosotros mismos. Nos damos cuenta que no hay un beneficio personal o social consumiendo la publicidad que consumimos, y necesitamos aprender a encontrar un equilibrio: no se tiene control sobre el dinero que se obtiene, pero si sobre el dinero que se gasta día a día.
“Nada es más responsable que vivir en el menor espacio posible”. Compramos y nos adueñamos de tantos objetos que necesitamos cada vez más espacio para guardarlos, y cuando obtenemos ese espacio lo volvemos a llenar con más objetos innecesarios. Sin embargo, debemos que aprender a desprendernos del vínculo que nos conecta a las cosas que tenemos, deshacernos de estos objetos es todo un proceso, más que nada psicológico porque todas nuestras cosas están cargadas de un valor emocional de las que nos es difícil desprendernos por la idea que les hemos asignado.
Recientemente tuve la oportunidad de cambiarme de casa, y en el proceso de mudanza tuve la gran oportunidad de conocer el minimalismo como estilo de vida, pude deshacerme de ropa, papeles, libretas, juguetes, peluches, incluso muebles que no cabrían u ocupaban mucho espacio.
Fue un proceso difícil, sobre todo porque muchas veces olvidamos que lo que nos define no es lo que tenemos sino lo que somos, creemos que al tener más que los demás seremos mejores personas. Tirar todas estas cosas me hizo sentir que me quitaba un peso de encima, me di cuenta que ver estos objetos a diario me hacía sentir estresada y abrumada, y que tenía la idea opuesta de lo que era bienestar y felicidad.
Quisiera terminar con una frase de Joshua Fields Millburn, autor del libro Everything that remains, que simplifica lo que es llevar un estilo de vida minimalista:
Love people and use things, because the opposite never works.
Referencias:
Rodríguez, E. (2008) El Budismo Zen en Japón. En línea – Disponible: http://www.eumed.net/rev/japon/01/era-01.htm Consultado el 21 de marzo de 2017
Centro Budista de la Ciudad de México. (2013) El budismo zen en el arte japonés contemporáneo. En línea - Disponible: http://www.budismo.com/noticias/nota143.php Consultado el 25 de marzo de 2017
Matt D´Avella, Ryan Nicodemus, Joshua Fields Millburn (2016) Minimalism: A Documentary About the Important Things. Disponible en: Netflix
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