Voces del Arte Mexicano
- Andrea López
- 14 jul 2017
- 6 Min. de lectura
A lo largo de los años, la historia de la humanidad se ha visto afectada por las corrientes culturales, artísticas, políticas, musicales, etcétera. Es bien sabido que este tipo de corrientes ha movido tanto el interior de los seres humanos que, evidentemente, ha ido ocasionando controversia y debates. México se caracteriza por luchar en contra de la represión en sus expresiones artísticas, por lo menos esa es la impresión que tengo de mi país. Es por esto que en este ensayo, hablaré de cómo algunos artistas han logrado trascender alrededor del mundo, siendo reconocidos por su lucha contra la represión plasmada en su arte. Haré énfasis en una sola obra de cada exponente, y éstas serán aquéllas que considero se han involucrado en la historia de otros países.

El primer artista que mencionaré, será Diego Rivera. Él fue (y escribo fue porque esta obra ya no existe como tal) el autor del mural llamado “Las nuevas libertades”. Esta obra estaba, primeramente, en la Escuela para obreros de Nueva York, en 1934. Después de ello, Rivera lo comenzó a pintar en el Rockefeller Center, sin embargo el gobierno estadounidense lo censuró y lo mandó a destruir en 1934. Lo anterior, debido a la aparición de Vladimir Ilich Uliánov, mejor conocido como Lenin, quien era meramente socialista. La causa de semejante represión y atentado contra la libertad de expresión, se debe a que el pintor nacido en Guanajuato se arriesgó, pintando a uno de los máximos representantes del socialismo en la cuna del capitalismo.
El mural completo pretendía representar la historia de los Estados Unidos, así como a los obreros que están siendo explotados al mismo tiempo que los estadounidenses presumen de ser una nación libre.
En el primer plano se encuentran los obreros que trabajan para los capitalistas, sin embargo detrás se alcanza a vislumbrar La estatua de la libertad. Me parece algo muy controversial, pues pienso que Estados Unidos siempre se ha jactado de ser el país héroe, mientras que sólo esclaviza y asesina.
Otra pintura que me gustaría mencionar es de la autoría de quien no pudo haber amado más al artista anterior, es decir, Frida Kahlo. Si bien su pintura retrataba más que nada su triste realidad, después de mucho investigar encontré una titulada “Piden aeroplanos y les dan alas de petate”.
En 1938, España estaba envuelta en la Guerra Civil, los fascistas tenían aviones proporcionados por la Luftwaffe y estaban causando un horror sin fin en el país. Los Republicanos, desesperadamente, intentaban conseguir aviones, sin embargo no tenían éxito en dicha misión. A Frida Kahlo parecía preocuparle mucho dicha situación, tanto que mientras vivía en París, la artista ayudó a evacuar a México a unos 400 refugiados españoles que se oponían a Franco.
La interpretación de la pintura es la siguiente: el avión que sostiene la niña retratada, simboliza los aviones que los republicanos necesitaban desesperadamente, las alas de paja representan la impotencia de no poder volar y los lazos que la envuelven hacen referencia al hecho de que el gobierno reprimía la libertad de los ciudadanos.


En cuanto a movimientos que involucran a la política, México ha tenido momentos en donde, si ganar consistiera en la cantidad de sangre derramada, seríamos un país con el mejor de los reconocimientos.
El movimiento que aquí mencionaré es La matanza de Tlatelolco, del 68. La obra que hace referencia a ésta es la crónica escrita por Elena Poniatowska, mujer nacionalizada mexicana. Su escrito se titula “La noche de Tlatelolco” y aquí cito el inicio de dicha obra.

"Son muchos. Vienen a pie, vienen riendo. Bajaron por Melchor Ocampo, la Reforma, Juárez, Cinco de Mayo, muchachos y muchachas estudiantes que van del brazo en la manifestación con la misma alegría con que hace apenas unos días iban a la feria; jóvenes despreocupados que no saben que mañana, dentro de dos días, dentro de cuatro estarán allí hinchándose bajo la lluvia, después de una feria en donde el centro del tiro al blanco lo serán ellos, niños- blanco, niños que todo lo maravillan, niños para quienes todos los días son día-de-fiesta, hasta que el dueño de la barraca del tiro al blanco les dijo que se formaran así el uno junto al otro como la tira de pollitos plateados que avanza en los juegos, click, click, click y pasa a la altura de los ojos, ¡Apunten, fuego!, y se doblan para atrás rozando la cortina de satín rojo.
El dueño de la barraca les dio los fusiles a los cuicos, a los del ejército, y les ordenó que dispararan, que dieran en el blanco, y allí estaban los monitos plateados con el azoro en
los ojos, boquiabiertos ante el cañón de los fusiles. ¡Fuego! El relámpago verde de una
luz de bengala. ¡Fuego! Cayeron pero ya no se levantaban de golpe impulsados por un resorte para que los volvieran a tirar al turno siguiente; la mecánica de la feria era otra; los resortes no eran de
alambre sino de sangre; una sangre lenta y espesa que se encharcaba, sangre joven pisoteada en este reventar de vidas por toda la Plaza de las Tres Culturas."
Elena Poniatowska

Lo que hace especial a esta crónica, es que está conformada por diversas narraciones por parte de testigos que presenciaron tan terrible espectáculo. El mismo año que fue la matanza de los estudiantes, nuestro país fue la cede de los juegos olímpicos. El símbolo de éstos era una paloma blanca que simbolizaba la paz, lo cual resultaba irónico, cínico y descarado después de lo que había ocurrido. Los ciudadanos montaron en cólera y “rediseñaron” el símbolo de las Olimpiadas, enterrándole un cuchillo justo en el pecho al ave que pretendía mostrar una mentira ante los demás países.
La cuarta obra a la que haré mención es cinematográfica y fue dirigida por Luis Mandoki, en 1971. La película trata acerca de los secuestros que realizaban las fuerzas armadas de El Salvador durante los años de 1980, en las cuales niños de 12 años eran obligados a enrolarse para combatir al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Está basada en la historia real de Oscar Torres, que colaboró en el guión, cuando su infancia se vio “interrumpida” por el abandono de su padre y por la guerrilla que se inició entre campesinos y el ejército de El Salvador. En mi opinión, las escenas que contiene esta película no son nada sencillas de digerir.
Desgraciadamente, la historia de Torres no es algo que haya sido cosa del pasado, pues hoy en día, en algunos conflictos, como el de Irak o Colombia, existen niños soldados de los que se habla y se sabe muy poco. En los últimos años, el número de muertes civiles en conflictos armados ha aumentado de forma espectacular, y se cree que asciende a más del 90%. Más de la mitad de las víctimas son niños y niñas. Se estima que 20 millones de niños y niñas han tenido que abandonar sus hogares por causa de conflictos armados y violaciones de los derechos humanos, y viven como refugiados en países vecinos o han sido desplazados internamente dentro de las fronteras de su propio país.
Por último, y volviendo al tema de la guerra civil española, agregaré a mi lista “El laberinto del fauno”. Éste es un filme creado por Guillermo

del Toro, quien nos narra la historia después de dicha guerra. Entre escenas místicas y ficticias sobre una chica que lucha por el bienestar de su familia al lado de seres fantásticos, se entrelaza la historia de las atrocidades que el gobierno español era capaz de hacer, pues se retrata cómo los franquistas pretenden terminar con todo vestigio republicano que queda en los montes.
Esta película, además de ser una fuerte crítica hacia la represión, es también considerada la película rodada en castellano más taquillera de la historia.
El hecho de que México haya generado tantas críticas sobre diversos países, ha ocasionado de una u otra manera, que las demás culturas hayan adoptado algo de la nuestra. No importa si es mínimo lo que se han quedado del pensamiento mexicano, basta con que haga el ruido suficiente como para retumbar en los oídos y en las mentes de las personas, haciendo que los artistas mexicanos se vuelvan inmortales y mundiales. El mundo globalizado está repleto de expresiones artísticas de todas las nacionalidades, las cuales juegan a hablar las unas de las otras. Es aquí cuando las formas de pensar se mezclan, y lo hacen de una manera tan desmesurada que pareciera ser un solo pensamiento, el cual comparte un mismo color.
Es importante señalar que los artistas mexicanos han sabido mantener los ojos abiertos y han sido capaces de generar críticas que han trascendido y resonado alrededor del mundo. Pienso, también, que ahora está en las manos de los jóvenes seguir luchando en contra de aquéllos que reprimen la libertad y pretenden ocultar las violaciones que se generan a los derechos humanos. Actualmente existen muchos movimientos mexicanos que pretenden romper con la cotidianidad y tienen ganas de explotar, de invitar a la gente a alzar la voz, sin embargo hace falta difusión e interés por parte de nosotros, los simples mortales, quienes con nuestras propias manos no somos capaces de generar arte pero que con nuestros ojos y con menos ignorancia atiborrada en la espalda, podríamos generar más presión que las ataduras del gobierno y las instituciones que nos prefieren torpes y cobardes.
Comments